Artículo: Hablemos de salud mental - Campus Virtual
Hablemos de salud mental
Todavía es común escuchar expresiones desde “Eso no me podría pasar a mí” hasta “Ay, no exageres, valora todo lo bueno que tienes y ponle buena energía” pasando por “Es algo pasajero, seguro pronto vas a estar bien”.
Pero esto no es para tomárselo tan a la ligera, ¿O crees que sería sensato decirle eso a una persona que tiene amigdalitis o cáncer? ¿Que le ponga buena onda para que le pasen pronto los síntomas de su enfermedad? No, no, no. Tenemos que empezar por reconocer que la depresión y otros trastornos mentales son enfermedades como todas las demás. Según la Organización Mundial de la Salud la depresión afecta a más de 300 millones de personas en el mundo, y es uno de varios trastornos mentales que se caracterizan en general por una combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones con los demás. Es que somos seres integrales y en nuestra salud intervienen muchos factores. Antes se concebía la salud solamente como ausencia de enfermedades, pero ahora se entiende como un estado completo de bienestar físico, mental y social.
Y es que en estos tiempos de virtualidad y redes sociales en los que parece que cada aspecto de la vida pasa por la vista de todo el mundo, la salud mental podría estar en un riesgo mayor o, por lo menos, más expuesta a factores externos que pueden afectarla. Pero calma, no es que la vida en la virtualidad esté mal, pues la tecnología, los aparatos y la forma en que nos relacionamos a través de ellos, son solo un medio, y de cómo los usemos depende qué tanto nos afecten o nos ayuden.
Te decimos esto porque el tema de la salud mental nos importa mucho, estamos compartiendo un espacio de aprendizaje que aunque no nos permite un contacto físico, sí nos hace interactuar de forma significativa, es decir, estamos aquí para encontrarnos y compartir un proceso, así que tu salud mental no es un asunto menor. Sabemos que al estar estudiando en la virtualidad estás en un constante tránsito entre la autonomía que implica cierta soledad y la interacción con aparatos, plataformas y aplicaciones que te hacen estar en contacto con muchas personas. Y claro, las realidades, conversaciones e imaginarios que sostenemos en la web se suman a la vida familiar, social y laboral en la presencialidad. En medio de todo esto ¿tú cómo te sientes?
Cuando te decimos que nos interesa tu salud mental es porque sabemos que estudiar implica una gran responsabilidad que puede convertirse en presión, sobre todo si le sumas los demás compromisos que seguramente tienes. Que eso te genere estrés es normal, por lo general nos enfrentamos a situaciones que lo hacen y aprendemos a sortearlo de una u otra manera, pero si empieza a afectar tu salud, ya es otro asunto. Es que según la OMS la depresión es la principal causa mundial de discapacidad, así que no estamos hablando de un tema menor.
Si sientes, por ejemplo, que tu cabeza no te deja en paz, que te cuestiona, te critica o te juzga y te dice que lo que haces o la forma en que lo haces no es suficiente, puedes prender alarmas. Y si esas ideas empiezan a robarte el sueño, o quizás por no enfrentar esos pensamientos duermes en exceso; si sientes que tu cabeza va un ritmo más lento de lo habitual o de lo que necesitas, o que tu apetito se reduce o aumenta, quizás no sea solo la carga normal de las responsabilidades, sino que puede ser tu cuerpo prendiendo alarmas. Y hay que pararle bolas.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo y la manera de pensar en el que intervienen muchos factores. Hace perder la capacidad anímica de sentirse bien y por eso es fácil confundirlo con una tristeza pasajera, sobre todo porque sus síntomas pueden parecer “normales”, por ejemplo, que te cueste tomar decisiones cotidianas sencillas o que los estímulos normales del mundo te desestabilicen emocionalmente pueden ser síntomas de depresión, pero claro, podemos confundirlo fácilmente con un desánimo pasajero.
Te decimos esto porque si has tenido alguna de estas sensaciones sería bueno que consultes un médico, pues esto es lo primero: recuerda que es una enfermedad así que no la subestimes, requiere intervención profesional. Y lo otro que queremos decirte es ¿qué vamos a hacer para que este espacio virtual que compartimos sea un entorno de cuidado y de apoyo a los procesos de acompañamiento de salud mental de quienes lo habitamos?
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