Artículo: Buenos hábitos para una jornada larga de estudio - Campus Virtual
Buenos hábitos para una jornada larga de estudio
Caminatas pet friendly alrededor del barrio
Para una jornada prolongada de estudio desde casa puedes alargar una de las pausas activas y usar la oportunidad para salir a caminar y si tienes mascota llevarla de paseo. Oxigenas tu cuerpo, tomas distancia del tema en el que te vienes enfocando para vislumbrar detalles que antes no habías visto; y si tienes suerte le sigues el rastro al olor proveniente de una vitrina repleta de panes recién horneados, hasta finalmente toparte con la panadería que los ofrece.
De regreso a casa, enfoca tu mente de nuevo en el tema que dejaste en pausa, así te conectas de una con el estudio, solo que con la batería en 100% para continuar… y como olvidarlo ¡pan recién horneado!
Sigue el recorrido de una mariposa o de un colibrí
Ejercita tus ojos anclando la mirada al recorrido zigzagueante de una mariposa o el volar rectilíneo de un colibrí; cuando persigues un objetivo en movimiento pones en funcionamiento músculos de los ojos que se la pasan en reposo cuando dirigimos nuestra mirada a la pantalla. Por esto, cuando debas pasar mucho tiempo frente al computador busca instantes de descanso para disfrutar la observación de panorámicas amplias y enfocar así objetos lejanos, intermedios y cercanos que se encuentren en ellas. Es el ejercicio perfecto para una pausa activa ocular, ideal para descansar y reactivar la visión después de una jornada de trabajo.
Prueba mirarte de lejos y de cerca con alguien de confianza (se vale con el gato)
Para este punto necesitas la participación de tu pareja, de un miembro de tu familia o de la primera persona que se te cruce cuando estés leyendo esto. Como los abrazos no necesitan excusas, acércate poco a poco al sujeto a abrazar y trata de establecer contacto visual. Una vez sean evidentes tus intenciones y sea inevitable el apapacho asegúrate de enfocar bien la punta de su nariz y verla siempre nítida, ahora poco a poco continúa acercándote hasta completar el abrazo sin dejar de mirar la nariz. Repite el proceso cuantas veces sea necesario para sacarle una gran sonrisa al sujeto abrazado.
Ejercita los músculos de tu cara saludando a los vecinos que pasan a lo lejos
Es todo un ritual el que los seres humanos interpretamos cuando saludamos a lo lejos: las cejas se levantan, se abren los ojos y la boca; los brazos se separan del tronco y una mano toma la delantera para levantar los dedos ondearlos como banderas en altamar. Hazle una seña a la lectura para retomarla en unos instantes y asómate al balcón, terraza o simplemente a la ventana y deja que tu cuerpo despierte sus músculos con cada vecino que pasa.
Elige una letra del abecedario, busca los contactos que empiecen por ella y escoge uno al azar para llamarlo y preguntarle por su vida
No pierdas la conexión con el mundo que te rodea, por más tareas que tengas por adelantar o por muy virtual y autodidacta que pueda ser tu formación académica, elige un cierre de capítulo en la lectura, el envío de un correo en que venías trabajando o el final de una videoconferencia para dedicarle unos momentos a esa persona con la que hace algún tiempo no hablas y espera tu llamada, y si no la espera, ¡mejor!
Mantén informados a tus seres queridos sobre los avances más significativos de tu posgrado, así sentirán que es un logro colectivo en el que todos querrán participar de una manera u otra.