Artículo:¿Cómo alcanzar la calma desde el confinamiento? - Campus Virtual
¿Cómo alcanzar la calma desde el confinamiento?
Vamos a compartir algunas reflexiones sobre el bienestar en medio del confinamiento y queremos empezar por una en particular: la infancia.
Aunque nos ha afectado a todos, la infancia ha sido una de las poblaciones que más ha sentido los efectos del confinamiento por el Covid-19. A veces los niños no logran dimensionar lo que está pasando, por qué perdieron su cotidianidad, su libertad, y los padres entran en conflicto con ellos al no poder manejar esta situación adecuadamente.
¿Inventar nuevos juegos? ¿Acompañarlos para hacer las tareas y estar pendientes de la conexión a sus clases que ahora también son virtuales? ¿Y si se aburren? ¿Y si ya no quieren hacer lo que siempre han hecho? Ante esta realidad extraña cobra mayor valor el Mindfulness, una práctica que se ha relacionado con la neurociencia y también con la inteligencia emocional, y que busca “prestar atención al presente sin juzgar”. Es común que se relacione esta práctica con la idea de relajación, pero no tiene que ver solo con eso y queremos contarte.
¿Sabías que el 90 % de las preocupaciones están en un futuro que no existe? Muchas de nuestras preocupaciones solo están en nuestra mente, no han pasado, pero como todo el tiempo estamos dándole vueltas a todo, nos llenamos pensamientos negativos que sería bueno aprender a administrar de una mejor manera.
Si pensamos en las relaciones con la familia en relación en el confinamiento, después de los meses que pasamos encerrados es imposible no reconocer que no solo nos ha afectado de forma individual, también ha tenido impactos en la relación con los demás, y con impactos nos referimos tanto a los positivos como a los negativos, pues seguramente hemos experimentado de todo un poco, pero independientemente de qué estemos sintiendo o hayamos sentido, lo cierto que es que todos esos efectos están llenos de emociones que nos conviene “procesar” a nivel personal y también con los demás. ¡Y qué mejor manera de hacerlo que a través de la escritura! Sí, la escritura como práctica de la vida cotidiana, como un bien colectivo al que cualquiera puede acceder a partir de su propia experiencia y de la reflexión, pues la escritura no solo debe ser dedicada a momentos espectaculares o notables, o no está reservada solo para las grandes plumas de la literatura. Nuestra cotidianidad merece ser escrita, nuestras anécdotas o confesiones merecen ser contadas.